jueves, 20 de mayo de 2010

LA PERSONA Y SU DESARROLLO, REALIDADES COMO EL TRANSCURRIR DE SU VIDA

La persona humana se configura y desarrolla creando vínculos de diverso orden con multitud de realidades: la familia, el colegio, el pueblo, el paisaje, la tradición, las amistades, las obras culturales, la vida profesional, los valores... Esos vínculos suelen suponer un influjo mutuo y dan lugar a experiencias reversibles. Esta trama de experiencias constituye un gran campo de juego, en el cual la persona va adquiriendo un modo de ser peculiar, una “personalidad” cada vez más definida, una especie de "segunda naturaleza". La persona humana no se reduce, por tanto, a objeto; constituye todo un campo o ámbito de realidad.

CITADO POR:
Alfonso López Quintás
lquintas@filos.ucm.es



(el autor es catedrático en la Complutense de Madrid y por encargo del Ministerio de la Educación dirige un curso de Ética en: http://cerezo.pntic.mec.es/~alopez84/ Otras colaboraciones en nuestro site: http://www.hottopos.com/4.htm)

La experiencia estética nos revela lo que es la creatividad

No sólo los grandes cultivadores de la experiencia estética están en condiciones de sacarle partido en orden a la configuración cabal de su personalidad. Todos podemos beneficiarnos, en no escasa medida, de las posibilidades que nos ofrece tal experiencia en orden a clarificar por dentro las leyes de nuestro desarrollo personal. Y conocer estas leyes o constantes es decisivo para nuestra formación humana.El hombre es un "ser de encuentro" (Rof Carballo); se constituye, desarrolla y perfecciona realizando encuentros con las realidades circundantes. Estas realidades pueden ser nuestras compañeras de juego y de encuentro si los vemos como "ámbitos", no sólo como "objetos".

La creatividad es siempre dual, supone un sujeto dotado de potencias y un entorno capaz de otorgarle diversas posibilidades. Una persona puede estar muy bien dotada, pero a solas no puede ser creativa. Necesita recibir posibilidades de fuera, es decir, de realidades que en principio le son distintas, distantes, externas y extrañas. El que interprete el esquema "dentro-fuera" como un dilema será incapaz de adivinar que es posible convertir lo distinto, distante, externo y extraño en íntimo sin dejar de ser distinto. Tal incapacidad le imposibilita para asumir activamente las posibilidades que le vengan ofrecidas. Esa asunción activa es la creatividad.

Alfonso López Quintás
lquintas@filos.ucm.es